Uso responsable de esteroides

El uso de esteroides en la Ley Española

La Ley Española es clara en su definición del «delito de dopaje» y en castigar penalmente a quienes «sin justificación terapéutica, prescriban, proporcionen, dispensen, suministren, administren, ofrezcan o faciliten» sustancias destinadas a mejorar el rendimiento físico. El castigo no se limita al ámbito de la competición deportiva o federada , donde podría tener cierta lógica evitar que algunos jueguen con ventaja, sino que se extiende a cualquier persona que practique deporte. La norma pretende  «proteger la salud del deportista»  porque, en un sentido estricto, utilizar esteroides para mejorar el rendimiento físico o con fines estéticos no está justificado a nivel terapéutico y es innecesario.

La Ley también deja claro que el deportista que utiliza sustancias dopantes no puede ser condenado por este delito. La Ley protege la salud del deportista frente al «ataque de terceros» pero no frente a sí mismo.

La lipoescultura, la blefaroplastia (cirugía de párpados), el aumento de pecho o de glúteos o el lifting facial también son procedimientos médico-quirúrgicos innecesarios y no exentos de riesgos. Lo mismo sucede con la depilación con laser y las inyecciones de toxina botulínica. Ateniéndose al principio de libertad de prescripción, fármacos autorizados para el tratamiento de la diabetes se recetan como adelgazantes y no existen mecanismos para priorizar su acceso a los diabéticos.

En definitiva, la sociedad tolera y en muchos casos promociona el uso de procedimientos médicos o quirúrgicos con fines estéticos. No hay nada que objetar al respecto, ya que en el siglo XXI la medicina no busca sólo combatir la enfermedad. En lugar de «prescribir», «recetar» o «mandar», parece sensato que el papel del médico sea el de proporcionar al paciente toda la información disponible sobre los objetivos, probables resultados y riesgos de una acción determinada facilitando la toma de decisiones desde la libertad y la responsabilidad. 

Sin embargo, el uso de esteroides con fines deportivos o estáticos sigue rodeado de un halo de tabú e hipocresía

Los esteroides anabolizantes en Internet

Acceso a la información:

Al igual que sucede con otras sustancias, Internet ha supuesto una revolución en la posibilidad de acceder a un gran volumen de información sobre los usos deportivos o estéticos de los esteroides y sustancias análogas.

El problema más importante es el de la calidad y fiabilidad de las fuentes. Encontrar webs con información sobre uso de psiocactivos desde una perspectiva de reducción de riesgos desde una perspectiva científica es relativamente sencillo. No sucede esto en el caso partícular de los esteroides, en los que podemos distinguir dos tipos de información.

 

  • Un «discurso oficial» que considera que el uso de esteroides es, en cualquier dosis, frecuencia y circunstancia, un conjunto de riesgos, peligros y problemas a evitar.

 

  • Un «discurso alternativo» en foros y webs que recomiendan pautas, dosis, combinaciones, formas de uso o manejo de efectos secundarios que no están basados en estudios científicos y pueden predisponer a problemas de salud . Muchas de las recomendaciones sobre fármacos para evitar efectos adversos, terapias post-ciclo, uso de fármacos adyuvantes…se basan en especulaciones más o menos teóricas y no cuentan con estudios contrastados que avalen su eficacia y su seguridad. 

Acceso a las sustancias:

Internet es, además, un enorme supermercado donde pueden adquirirse estas sustancias desde casa. La mayoría son fármacos utilizados en terapéutica humana o veterinaria, con un coste de producción muy bajo y que se ofrecen en farmacias «on-line». 

Cualquier buscador permite acceder a cientos de páginas webs en las que, teóricamente, puede comprarse de forma sencilla casi cualquier sustancia. Pero distinguir entre fármacos procedentes de laboratorios homologados, genéricos elaborados en el Sudeste Asiático o Europa Oriental y puras falsificaciones es en la práctica muy complicado.

Algunas webs como permiten a los usuarios valorar las páginas que comercializan estas sustancias. La experiencia y opinión subjetiva de los usuarios es el único instrumento de evaluación, que al menos permite descartar los fraudes más notorios.

Los esteroides y la ciencia

La mayoría de los esteroides y anabolizantes disponibles en el mercado han sido ensayados en humanos en el tratamiento de diversas enfermedades y existen suficientes datos objetivos sobre su dosificación, pautas de consumo adecuadas, efectos adversos esperables, interacciones y contraindicaciones, etc.

En algunos casos, como el enantato de testosterona, existen evidencias y experiencia sobre su uso  a dosis moderadas durante periodos de tiempo determinados con un perfil de efectos adversos y tóxicos muy razonable.

En otros, las dosis que producen un efecto anabólico notable son considerablemente más elevadas que las utilizadas en terapéutica. Tomemos por ejemplo la
oxandrolona: su dosis recomendada es de 10-20 mg aunque la mayoría de los
ciclos recomiendan dosis de 30-50 mg, a veces durante más de 8-10 semanas.
Cuanto mayor sea la diferencia entre la dosis evaluada en ensayos clínicos y
la dosis utilizada, la probabilidad de sufrir efectos adversos y riesgos para la
salud será mayor.

Así, un conocimiento riguroso sobre las características de
cada preparado es imprescindible, aunque ya hemos señalado que, de forma
general, las webs y foros sobre este tipo de sustancias rara vez la proporcionan.

Asesoramiento individualizado

Hemos señalado el enfoque legal sobre la prescripción de esteroides con fines deportivos o estético y su nula adecuación a la realidad. Cualquiera puede adquirirlos en Internet y utilizarlos de acuerdo a cualquiera de la infinidad de pautas propuestas en foros y páginas de Internet.

Sin embargo, asesorar a pacientes que desean utilizar esteroides no es delito. Más bien es una medida de prevención indicada y selectiva destinada a proteger y preservar la salud de aquellas personas que se plantean utilizarlos. Desde el modelo médico paternalista clásico esto es difícilmente concebible pero desde una óptica de reducción de riesgos, un enfoque participativo, no moralista y de corresponsabilidad reduce los riesgos y posibles problemas para la salud. Esta valoración está orientada a aconsejar al paciente/cliente sobre la pauta más segura de utilización,

Como acabamos de señalar, los riesgos dependen en gran medida del tipo de esteroide utilizado, pauta y dosis de administración. Existen suficientes datos procedentes de ensayos clínicos sobre algunos esteroides, mientras que otros prácticamente no han sido investigados en humanos. La testosterona es el esteroide androgénico producido de forma natural y el más estudiado. Existen ensayos clínicos sobre el uso de enantato de testosterona en la composición del cuerpo, tamaño muscular, fuerza, funciones cognitivas y sexuales y efectos adversos que pueden orientar al usuario sobre un uso más seguro de esta sustancia. También existen suficientes datos para proporcionar información objetiva y fiable por ejemplo,  sobre nandrolona u oxandrolona entre otros. 

Una valoración médica previa y posterior a un ciclo anabolizante debería ser un principio fundamental. Debe incidir en el uso de esteroides de forma limitada en productos, tiempos y dosis y  como complemento a una dieta y ejercicio adecuados.
Algunos aspectos a valorar desde un punto de vista clínico son:

• Antecedentes familiares y personales (enfermedades dermatológicas, psiquiátricas, cardiopatías, trastornos hematológicos, problemas de próstata, etc.)

• Tratamientos farmacológicos actuales y recientes

• Experiencia previa con esteroides. Objetivos y expectativas

• Edad

• Peso, talla, índice de masa corporal

• Valoración del riesgo cardiovascular (descartar HTA, perímetro cintura, índice, tabaquismo…)

• Analítica (Glucemia, función renal, colesterol total con fracciones HDL y LDL, transaminasas, bilirrubina, hematocrito, hormonas tiroideas…)

• Electrocardiograma