Chemsex

¿Qué es el "chemsex"?

El término «Chemsex» nace de la fusión de dos palabras en inglés: «chems», un eufemismo para referirse drogas, y «sex». Se refiere a un conjunto de prácticas, que ha cobrado notoriedad especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), que implica el consumo de drogas con el objetivo de facilitar, prolongar o intensificar las experiencias sexuales.

El fenómeno se reconoció en circuitos profesionales al menos desde 2010 y saltó a los medios de comunicación tras una publicación en una revista científica prestigiosa (BMJ) y un documental que exponía los aspectos más escabrosos y sensacionalistas en el año 2015.

El «chemsex» se ha asociado con determinadas características y prácticas:

  • Participación de varias personas en un mismo encuentro sexual
  • Uso de apps de teléfono para encontrar compañeros sexuales
  • Prolongada duración de los encuentros (muchas horas)
  • Uso intravenoso de algunas drogas (metanfetamina, mefedrona)
  • Baja frecuencia del uso de preservativos.

Las asociaciones se han demostrado en diferentes estudios de forma consistente. Pero esto no significa que todos los usuarios realicen de forma sistemática estas actividades. El uso intravenoso es particularmente peligroso aunuque muy poco frecuente a nivel estadístico. Otras asociaciones precisan de explicación: muchos usuarios toman PREP (una medicación preventiva para no infectarse por el VIH) o son seropositivos en tratamiento que no transmiten el virus.Muchas de estas personas asumen el riesgo de otras ITS (en su mayoría bacterianas y tratables con antibiótico) renunciando el preservativo

El chemsex desde una perspectiva biopsicosocial.

Es complicado analizar las consecuencias que puede tener el chemsex para la salud y el bienestar de las personas . Utilizando el modelo biopsicosocial , podemos delimitar los elementos que componen este fenómeno, ofreciendo una visión más completa

1. El Individuo: Yo y mis Circunstancias

Desde esta perspectiva nos encontramos con una diversidad de historias, motivaciones y circunstancias personales.

Por un lado, hay adultos con experiencia previa en el uso de drogas recreativas, que se acercan a estas sustancias con un conocimiento de sus riesgos y una administración prudente. Por otro, observamos jóvenes en sus primeras exploraciones sexuales y de consumo de drogas. Jóvenes que en ocasiones proceden de entornos rurales o de pequeñas provincias donde no han podido expresar libremente su sexualidad. El impacto de la oferta casi infinita de ocio sexual y drogas en las grandes ciudades les hace especialmente vulnerables a patrones de consumo problemáticos.

Para algunas personas la motivación de uso es lo recreativo y lo placentero. Otras utilizan drogas como mecanismo para enfrentar adversidades personales, como la homofobia interiorizada, timidez, diagnósticos de VIH o ITS, o la falta de una red de apoyo sólida. El chemsex puede ser una elección o el reflejo de luchas internas y contextos personales complejos.

2. Las sustancias. Tres pesos pesados

El uso sexual de drogas no tiene por qué ser necesariamente un problema. Pero es igualmente cierto que una proporción significativa de usuarios habituales de «chemsex» termina desarrollandolos. Este fenómeno se explica, en una gran parte, por las características de las drogas más asociadas al «chemsex»

  • La metanfetamina es un estimulante muy potente de 6-8 horas de duración. Tiene un potencial de adicción elevado y puede utilizarse por vía intravenosa. Es activa en dosis muy pequeña y la intoxicación puede producir síntomas físicos y psiquiátricos muy graves.
  • El GHB/GBL es un depresor del Sistema Nervioso Central con unos efectos relativamente similares a los del alcohol: A dosis bajas produce desinhibición y euforia pero a dosis altas sueño profundo que puede llevar al coma. En el GHB/GBL la diferencia es de unos pocos mililitros. Al igual que el alcohol, el uso diario puede generar un cuadro de dependencia y un síndrome de abstinencia grave al interrumpir el consumo de forma brusca.
  • Los efectos de la mefedrona (4-metilmetcatinona, 4-MMC) se han descrito como una mezcla de estimulante (cocaína, anfetamina…) y MDMA. También es susceptible de ser utilizada por vía intravenosa y generar dependencia. Al contrario de lo que sucede con las anteriores, prácticamente no se ha estudiado en humanos. Su prohibición en el año 2001 se siguió de la aparición de sustancias parecidas, pero técnicamente legales como la 4-MEC y la 3-MMC. Desde entonces asistimos a una macabra versión del juego del gato y el ratón en el que cada prohibición se sigue de la aparición de nuevas catinonas cada vez más extrañas estructuralmente y de efectos más imprevisibles. La mayoría de la «mefe» disponible en el mercado negro en la actualidad corresponde a mezclas de estos compuestos.

3 El contexto. Entre la socialización y el estigma

El contexto social desempeña un rol crucial en la configuración del fenómeno del Chemsex. Los principales aspectos son:

  • Los usuarios están sometidos a una doble estigmatización y discriminación. Por un lado los prejuicios asociados al consumo de drogas y por otro las prácticas sexuales no normativas.
  • Ser inmigrante, identidad transgénero, trabajo sexual, bajo nivel socioeconómico o problemas de salud mental son factores que multiplican el riesgo de que aparezcan problemas. Pero también son además estigmas y motivos de discriminación añadidos.
  • Todos estos factores obstaculizan la búsqueda de ayuda y apoyo cuando aparecen problemas. Y las personas con mayor riesgo son las que más dificultades tienen
  • El rechazo social hacia estas prácticas y los sentimientos de vergüenza o culpa puede tener un impacto significativo en el bienestar psíquico de los individuos. Algunas personas se aislan o establecen relaciones sociales exclusivamente con aquellos que practican Chemsex.
  • Históricamente, la identidad social de la «persona gay» se ha forjado en torno al ocio nocturno, uno de los pocos espacios de expresión y realización libres de prejuicios. Esta conexión explica, en parte, una mayor tolerancia y normalización del uso de sustancias en estos entornos, poniendo en relieve la intersección entre cultura, identidad y consumo de drogas.
  • En general, el enfoque de los medios de comunicación (en ocasiones apoyado por algunos autodenominados «expertos» y «representantes del colectivo») sólo busca escandalizar e impactar al espectador para mantener su atención hasta la siguiente pausa publicitaria. Esta visión distorsionada perpetúa el estigma. Además supone una forma sutil y retorcida de homofobia, infinitamente más perversa que «los chistes de mariquitas»
  • Lo expuesto en el punto anterior no es incompatible con reconocer que el chemsex conlleva riesgos significativos. Es imprescindible destinar recursos específicos a la prevención y atención, sobre todo de aquellos grupos más vulnerables.

Mi experiencia

1.- Experiencia clínica profesional

Entre Enero de 2017 y Diciembre de 2022 he atendido a un total de 97 pacientes que consultaron en relación con «chemsex». En el 100% se trataba de varones

El 32,98% fue atendidos a través de videoconferencia, un 27.83% fueron atendidos de forma presencial, el 49,98 combinando ambas modalidades

El 40,20% fue atendido en una única ocasión. En su mayoría se trató de consultas puntuales que podían resolverse en una sesión

El 21,68% de los pacientes realizó entre 2 y 10 sesiones de terapia.

El 12,37% de los pacientes realizó entre 6 meses y 2 años de terapia.

41 de los 58 pacientes terminaron su proceso de tratamiento de forma programada y acordada con el profesional. 15 pacientes abandonaron el tratamiento de forma voluntaria pero unilateral. Se realizó una derivaciones a un medio cerrado al no ser posible el tratamiento ambulatorio y a otro paciente por patología psiquiátrica grave.

2.- Proyecto comunitario:

Entre 2017 y 2020 coordiné la puesta en marcha y desarrollo del Proyecto CHEM-SAFE, dentro de Energy Control y financiado por ViiV-Healthcare.

Se trataba del primer recurso on-line de información y prevención sobre chemsex desde una perspectiva de reducción de riesgos. En colaboración con ONGs y colectivos activistas de derechos LGTB+ y personas con VIH, se desarrolló una web que a día de hoy  sigue siendo un referente

En 2018 el Proyecto CHEM-SAFE fue destacado como modelo de buenas prácticas en este informe internacional

3.- Formación, investigación y divulgación

Entre 2016 y 2021 he sido Miembro del Grupo de Trabajo sobre Chemsex del Plan Nacional sobre SIDA. Ministerio de Sanidad. He participado en la elaboración de informes institucionales, guías clínicas, congresos nacionales e internacionales.

Desde el año 2015 hasta la actualidad (8 ediciones hasta 2023) soy profesor del curso on-line «Abordaje integrado de la salud sexual y los problemas de consumo de drogas en el contexto del chemsex.», organizado por la Escuela Nacional de Salud /Instituto de Salud Carlos III.

Recientemente he sido invitado a participar en este podcast